@SONG: El último pecado @ARTIST: Los Suaves @ALBUM: Adiós, Adiós @YEAR: 2010 Ya las tormentas de la vida por fin me han dado sepultura esta noche y la tierra que ahora ciega mis ojos solo me deja ver tu sonrisa. El destino trazó mi camino mientras almacenaba falso sueños esos sueños que, envueltos en sombras se quedan al final solo en sombras... si sombras, sombras sin recuerdos. Qué dulces son los abrazos de una mujer aunque nunca llegarás a saber el secreto que esconden porque cuando parece que todo va bien el amor aparece y se acaba la noche. Y llega la fría luz del amanecer que te hace ver que escondido entre sus risas solloza su corazón de niña mientras que las alegrías del hombre terminan en pesares y fatigas. Los malos años siempre me han llegado encadenados como las tormentas de verano He cometido el peor de los pecados no ser feliz, y ni siquiera haberlo intentado Pero no te traiciones nunca, no vale la pena Porque pronto se apaga la llama de fuego de la juventud No te traiciones nunca, no merece la pena pues al final de los años, sólo queda el silencio y quizás un poco de luz. Pero ahora resulta que los viajes se hacen en casa sentados entre dos luces todo el mundo enviando mensajes pensando que van a llegar a su destino o golpeando esas teclas sucias y grises que lloran y gritan cada vez que cada uno intercambia mentiras, amor y risas con sus amantes de cristal mientras que justo a tu lado en tu barrio, ese bosque de antenas, ventanas y ruido un pobre loco escondido te espera cada día de la noche a la mañana solo para ver el amanecer de tu mirada y si no puede ser, saber de que color es tu vestido. Pero los malos años siempre me han llegado encadenados como los incendios de verano He cometido el peor de los pecados no ser feliz, y ni siquiera haberlo intentado. Pero no te traiciones nunca, no vale la pena Porque pronto se apaga la llama de fuego de la juventud No te traiciones nunca, no merece la pena pues al final de los años, solo queda el silencio y quizás un poco de luz. Verdad que parece mentira que cuando tropiezas por fin con el sueño de tu vida por miedo ciego o sabe Dios por qué dejas que pase de largo sin mover un dedo para sujetarlo o intentar conseguirlo entonces pobre desdichado te vas a dar cuenta como el penúltimo suspiro que bajar al infierno es muy sencillo solo hace falta querer haber sido querido y no haberte dado cuenta hasta el fin del camino